El sol se derramaba sobre la Academia de Atenas, pintando de dorado las columnas y los rostros de los jóvenes que debatían con pasión. Platón, con su túnica blanca y su mirada serena, observaba la escena con una leve sonrisa. De pronto, un joven discípulo, con el rostro demudado y la respiración agitada, se acercó al maestro.
- «¡Platón! ¡Maestro! Debo contarte algo increíble. He tenido una visión, un viaje al futuro… ¡He visto un mundo transformado por la tecnología, donde las personas se comunican a través de pequeñas pantallas luminosas y las ideas vuelan por el aire!»
- Platón, con su característica calma, lo invitó a sentarse junto a él.
- «Tranquilízate, joven Glaucón. Respira hondo y cuéntame con calma lo que has visto en tus sueños.»
- Glaucón, aún conmocionado, comenzó a relatar su visión:
- «He visto un mundo donde las personas crean juntas una gran obra de arte, un mural gigante formado por imágenes y palabras enviadas desde todos los rincones de la Tierra. Lo llaman «OOO», y dicen que es un proyecto para unir a la humanidad y construir un futuro mejor.»
- Platón escuchaba con atención, sus ojos brillando con curiosidad.
- «Y dime, Glaucón, ¿cómo es posible que personas de tan lejos puedan unirse en una sola obra? ¿Acaso han descubierto la forma de viajar más rápido que los dioses mensajeros?»
- «No, maestro. Utilizan una especie de telar mágico llamado «internet», que conecta a las personas a través de hilos invisibles. Y las imágenes aparecen en grandes pantallas luminosas llamadas «plasmas», que se encuentran en lugares públicos de todas las ciudades.»
- Platón reflexionó por un momento, con la mente abierta a las posibilidades.
- «Es fascinante. Este «OOO» parece una versión moderna de la «polis» ideal, donde los ciudadanos se unen para construir un bien común. Pero, ¿cómo se aseguran de que las imágenes reflejen la verdad y la belleza? ¿No tememos que las sombras de la ignorancia y la falsedad se apoderen de este mural?»
- «Maestro, dicen que el proyecto está guiado por valores como la colaboración, la diversidad y el impacto social. Y que cada participante es responsable de aportar imágenes que reflejen su propia verdad, pero siempre con respeto y tolerancia.»
- Platón sonrió, con un atisbo de esperanza en su mirada.
- «Si es así, Glaucón, entonces este «OOO» podría ser una herramienta poderosa para construir un mundo mejor. Un mundo donde la razón, la justicia y la belleza prevalezcan sobre la ignorancia y el caos.»
- Y mientras el sol se ocultaba tras el horizonte ateniense, Platón y Glaucón continuaron conversando sobre las posibilidades de OOO, imaginando un futuro donde el arte y la tecnología se unieran para crear una sociedad más justa y armónica.
Platón probablemente vería con buenos ojos el propósito educativo y la búsqueda de la verdad en OOO, pero podría tener reservas sobre la «imitación» artística y la participación democrática sin un control jerárquico.
Sería interesante imaginar un diálogo entre Platón y los creadores de OOO, donde se debatan las implicaciones filosóficas del proyecto y su potencial para acercarnos al mundo de las Ideas y construir una sociedad más justa y armónica.