Puede estar presente en algún evento, y convertirse si se compromete con el Objetivo común, en la marca que más legado deje, por ejemplo lanzando al mercado, un Rolex que se adapte a hoy, que incluya todo lo que la imaginación colectiva le sugiera. En AO Rolex dio un gran ejemplo.
Un viaje inesperado: de Nueva York a la caverna digital
El murmullo de las páginas al pasar y el suave tecleo de las máquinas de escribir llenaban la biblioteca de la Universidad de Columbia. Hannah Arendt, con su mirada penetrante y su cigarrillo...
En el Abierto de Australia, Rolex no interrumpio el final del partido para hacer una publicidad tradicional, se unio al interés de los espectadores, comprtió el objetivo común, en ese momento era ver sin interrupciones el final del partido. Lo de Rolex, no pasó inadvertido.
Nos encantaría ver un Rolex en pantalla gigante, que cuando sus manecillas dejen un cuadrante de su esfera libre, comiencen a salir nuestras imágenes, creciendo , dejándose ver, escribiendo los textos recibidos, achicándose y encontrando cada una su lugar en el Mural digital (local, provincial, el que sea..) dejando un punto de luz y color para que todos recordemos ese momento, la hora de comienzo y la hora del final, la cronometrará la marca que decida hacerlo
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